miércoles, 17 de diciembre de 2008

Dr. Rodolfo Magin Casamiquela (11/12/1932 - 5/12/2008)



El pasado 5 de diciembre de 2008 falleció en la ciudad de Cipolletti, Río Negro, el Dr. Rodolfo Magin Casamiquela, quien fuera considerado el etnólogo más prestigioso de la Patagonia. Sus restos fueron trasladados, según su voluntad, a su pueblo natal, Ing. Jacobacci, donde Doña Julia Nahuelquir, una anciana indígena de 96 años, lo despidió con una canción en lengua mapuche.

Rodolfo Magin Casamiquela había nacido en Ingeniero Jacobacci, el 11 de diciembre de 1932. Su padre, René, se había radicado en esta ciudad en 1928 para trabajar como gerente en la barraca de lanas de la firma Peirano Hermanos, hoy ya desaparecida. Cuando tenía 16 años, con algunos cráneos humanos y puntas de flechas y otros hallazgos de fósiles que realizara durante su niñez, le propuso a su tío Jorge Gerhold, abrir un museo en una de las habitaciones de la casa que su familia ocupaba en la avenida San Martín al 300. Así, en 1949, fundó el Museo Naturalístico, Antropológico e Histórico de Jacobacci al que le puso el nombre de Jorge Gerhold, en homenaje a su tío, aunque siempre quiso llamarlo "el museo del pueblo".

Rodolfo Casamiquela obtuvo el título de Doctor en Ciencias con Mención en Biología en la Universidad de Chile, pero los temas que desarrollaría con más énfasis y resultados estuvieron en el ámbito de la Paleontología de Vertebrados, la Antropología en especial en la Etnología patagónica y las lenguas indígenas regionales. Su prolífica obra reconoce más de 400 publicaciones científicas y de divulgación, 24 libros, sobre paleontología, arqueología, etnología e historia indígena de Pampa y Patagonia. Entre los numerosos premios que recibió se destacan el Primer Premio Nacional de Antropología y 3ero de Biología, otorgado por la Subsecretaria de Cultura de la Nación, en el año 1965, y el Premio Konex de Platino, recibido en 2006 por su actuación destacada en Arqueología y Antropología Cultural.

De su extensa obra hemos seleccionado sus descubrimientos de tetrápodos mesozoicos que efectuara a lo largo de los años 60 y 70 en Patagonia y sus originales estudios, los que abrieron líneas de investigación que aún hoy se renuevan con el aporte de novedosos enfoques y conocimientos. Al respecto recordamos algunos ejemplos:

Los dinosaurios prosaurópodos del Triásico Superior de Santa Cruz que han sido estudiados por argentinos y extranjeros. Los anuros del Jurásico de Santa Cruz, Vieraella y Notobatrachus, por décadas correspondientes a los registros más antiguos del mundo, que han sido revisados a la luz de nuevos enfoques filogenéticos, y cuyos resultados están publicados en revistas de amplia difusión internacional. Los reptiles marinos y continentales que halló en sedimentitas del Campaniano-Maastrichthiano del norte de Patagonia, correspondientes a la ingresión atlántica que Rodolfo denominó tan bellamente “Mar de Kawas” y que se anticiparon a lo que más tarde brindarían los yacimientos de Los Alamitos, La Colonia, Lago Pelegrini y así como otros que se extienden hasta el sur de Mendoza. Hoy, son al menos cinco los equipos interdisciplinarios, nacionales e internacionales, que exploran en el amplio archipiélago del Mar de Kawas donde surgen restos de peces, anuros, ofidios, esfenodontes, tortugas, dinosaurios, reptiles marinos y multitud de pequeños mamíferos.

Otro tema en el que indiscutiblemente fue pionero, fue en el estudio e interpretación de huellas y otros signos de actividad biológica dejados por ignotos vertebrados del Mesozoico en Patagonia. En perspectiva, se adelantó a su tiempo. Pasaron décadas, y recién cuando sus trabajos publicados en la década del 60 fueran analizados y destacados por especialistas extranjeros, fue reconocido en su país de manera tal que sirvieron de base para el desarrollo de la icnología de vertebrados argentinos. Las rastrilladas que refirió a un pequeño mamífero que correteaba por Patagonia hace 190 millones de años (Ameghinichnus patagonicus) fueron ignoradas o aceptadas con fuerte reticencia ya que en aquel entonces era impensable la presencia de mamíferos de esa antigüedad en el sur del Gondwana. Hace pocos años, colegas del Museo E. Feruglio descubrieron las primeras evidencias directas de mamíferos jurásicos, otra demostración más de la multitud de hipótesis que las observaciones y creatividad de Rodolfo generaron.

Un párrafo aparte merece su trabajo como paleontólogo en Chile. Además de los trabajos específicos (desde dinosaurios a mastodontes), llevó a cabo el primer relevamiento de los fósiles vertebrados de ese país, donde aún hoy la Paleontología de Vertebrados sigue siendo una asignatura pendiente. Pero además, despertó vocaciones, algunas de las cuales se plasmaron en museos regionales.

Todo lo hasta aquí reseñado es sólo una pequeña muestra de su aporte al conocimiento científico en nuestro país y en Chile. Además de su obra escrita, de sus amenas charlas en el país y el exterior, en los últimos años había desplegado en Puerto Madryn (Chubut), donde se había radicado, una amplia actividad institucional, siendo Director del Centro Nacional Patagónico, en 1988 y entre 1993 y 1995. En ese sentido apoyó la instalación en 1989 del Laboratorio de Paleontología, creó en 1992 el Área de Arqueología y Antropología y promovió en el 2000 la creación de la Unidad Operativa Jardín Botánico de la Patagonia extrandina, con la cual colaboró hasta el momento de su jubilación.

Por último hay otro reconocimiento que excede al mundo científico. Quienes transitamos Patagonia hemos podido comprobar que la figura de Rodolfo Casamiquela ha sido y es reconocida, respetada y admirada, todo un logro personal de Rodolfo digno de destacarse.


María Teresa Dozo
Laboratorio de Paleontología
Centro Nacional Patagónico (CONICET)
9120 Puerto Madryn, Chubut, Argentina


Zulma Brandoni de Gasparini
Div. Paleontología Vertebrados
Museo de La Plata 1900 La Plata,
Argentina.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tuve el honor de conocer y compartir muchos momentos con Don Rodolfo. Cuantos proyectos simultáneos desarrollaba y cuantos quedaron inconclusos con su partida. Sus charlas amenas siempre contaban un sin fin de experiencias de todo tipo donde el ocasional escucha no podía dejar de escuchar con placer sus clases magistrales y simples de los más variados temas.
Tener la suerte de poder colaborar aunque sea mínimamente con un personaje de tamaña envergadura será algo que llevare en mi corazón hasta el último de mis días.
Me causaba mucha pena los ataques más inverosímiles de que fue objeto pero, por suerte, los reconocimientos a su figura superan a los mediocres que lo difamaron.

Sukauk´aünük Don Rodolfo (nos encontramos)

José Pavoni
Puerto Madryn

Andres Montti dijo...

Adios don Rodolfo, lo conocí y no me olvidaré jamás, una persona fuera de seríe...Creo que nos enseñó mas que paleontología,tenía una filosofía muy especial.Recuerdo que no le gustaba usar calcetines pese a que era un señor,un tremendo maestro, con quien muchas veces soñé volver a compartir y llevo en mi corazón algunos recuerdos...Creo que estará en el aleph donde a traves de largas tertulias seguirá buscando las respuestas...

Asociación Paleontológica Argentina